El pasado 23 de Enero un individuo de unos treinta años, de etnia gitana, pelo rizado color castaño y 1’80 de altura, merodeaba por la urbanización Sol y Luz encaramándose a los muros para observar el interior de los chalets. Cuando llegó a la calle río Duero forzó las puertas de algunos coches cuando fue sorprendido por el personal de una empresa cercana. El presunto ladrón no demostró mucha preocupación ante este hecho muestra de ello es que se detuvo para miccionar delante de uno de los empleados de la empresa antes de robar un coche, de la marca Audi de color rojo, con el que se dio a la fuga. Éste no es un hecho aislado ya que los vecinos de esta urbanización han sufrido en repetidas ocasiones los actos delictivos de varios individuos que saltan las vallas de los chalets y roban cualquier cosa que se les ponga a mano. Los robos son cometidos incluso a plena luz del día ya que en repetidas ocasiones han sido sorprendidos dentro de las viviendas por los habitantes de las mismas. Uno de los vecinos declaró: “ Me levante por la mañana y pense que mi mujer estaba limpiando los cristales, cuando me acerque me di cuenta de que era un sujeto que estaba intentando entrar en mi casa”. Los vecinos de Sol y Luz viven intranquilos al sentirse inseguros dentro de sus propios hogares. Algunos han optado por reforzar las medidas de seguridad de sus viviendas instalando alarmas, nuevos cerrojos, incluso en las ventanas, también han decidido armarse para defenderse de las posibles agresiones. Hasta la fecha varias bicicletas y otros objetos han sido sustraídos de los distintos chalets de esta urbanización y algunos animales de granja y otros enseres, pero han sido pocas las denuncias ya que los vecinos piensan que “estos individuos a los dos días están otra vez en la calle y existe miedo a las represalias”. El miedo existe e incluso alguno de lo vecinos declaró que se lo pensaría antes de identificar a uno de ellos en una rueda de reconocimiento.
Una oleada de robos atemoriza a los vecinos de la Urbanización Sol y Luz
El pasado 23 de Enero un individuo de unos treinta años, de etnia gitana, pelo rizado color castaño y 1’80 de altura, merodeaba por la urbanización Sol y Luz encaramándose a los muros para observar el interior de los chalets.